lunes, 22 de agosto de 2011

Los actuales aconteceres del gobierno y el movimiento estudiantil chileno.

Alfonsina Reyes Román (Encargada de Proyectos – Federación de Estudiantes Universidad del BioBio año 2008, actualmente Licenciada en Diseño Industrial, Concepción, Chile)

Han tenido que pasar más de dos meses de movilizaciones, donde la transversalidad de actores sociales convocaron casi medio millón de personas a nivel nacional en las mayores marchas de las que se tenga memoria en las ultimas décadas, además de paros, tomas y todo tipo de manifestaciones de notable creatividad y amplitud, para que el gobierno reconozca al fin la profunda crisis en la que está inmerso el sistema educacional chileno.
Sin embargo, los últimos anuncios entregados por el presidente Sebastián Piñera, lejos de satisfacer las demandas y dar solución a la crisis, abordan las problemáticas planteadas por el movimiento para profundizar el sistema neoliberal en nuestro país. Basta mirar que mientras todos los actores sociales coinciden en la imperiosa necesidad de hacer efectiva la prohibición del lucro en la educación, el gobierno intenta legalizarlo. Frente a esto, es la ciudadanía quien debe tener la última palabra.
El Gran Acuerdo Nacional por la Educación (GANE) es la última propuesta realizada por el mandatario, el cual busca reeditar la vieja política de los consensos basada en el diálogo entre partidos políticos a cuatro paredes. Ante esto es necesario que velemos porque se incluya a las grandes mayorías sociales que impulsan la movilización, como son estudiantes secundarios, universitarios, tanto del sistema público como privado, profesores, trabajadores, apoderados y rectores quienes además son los principales involucrados y constructores de la educación.
Resulta decepcionante percatarse que el discurso del presidente ignora demandas centrales de amplios sectores del mundo de la educación como es el reconocimiento y garantía del derecho a la asociación, organización y representación de estudiantes, así como también de funcionarios, profesores y académicos en todas las instituciones educacionales del país.
El paro nacional por la educación del recién pasado jueves 14 de julio alcanzo altísimos niveles de convocatoria y participación, en Santiago se cifran al menos 120.000 las personas que coparon ambas calzadas de la Alameda entre Plaza Italia y Plaza Los Héroes. En Concepción, cerca de 7.000 personas caminaron a pesar de las intensas lluvias en un colorido desfile de creatividad y juventud.
Por otro lado, el gobierno sigue buscando terminar el conflicto de cualquier forma, hacen mano a cada vez mayores formas de violencia contra los ciudadanos que se movilizan en forma pacifica, triste ejemplo de esto es la altísima cantidad de provocaciones mediante carros lanza agua, bombas lacrimógenas y otras formas de brutalidad policial que se utilizaron para impedir la realización del acto de clausura de la marcha en la ciudad de Santiago, debiendo incluso intervenir el Diputado Hugo Gutiérrez, exigiendo a carabineros que se retirara del escenario central y dejara de lanza gases a las familias ahí reunidas.
La Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH) es el organismo encargado de velar por los derechos de los estudiantes desde sus representantes electos y los últimos años su mayor preocupación ha sido el financiamiento de la educación. A través de esta, y como estudiantes de Chile, exigimos al gobierno que si plantea dialogar, lo haga incluyendo a todos los actores sociales que han alzado las demandas e impulsado las movilizaciones al mismo tiempo que se garanticen los resultados de este proceso.
Nuestro interés como universitarios es luchar por la recuperación y defensa de la educación pública, por la democratización del acceso y permanencia en la educación superior, el arancel diferenciado como paso a la gratitud y una nueva reforma universitaria.

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