Cataclismo: el juego del más apto.

Rodrigo Avendaño

Cataclismo: Fin de una raza o estructura natural establecida ¿Y qué más que esto? Si la verdad supera a la ficción ampliamente, viendo películas con escenas en las que el mundo se ve sumido en una terrible catástrofe de la que solo sobreviven los más aptos (héroes), pregunta ¿Acaso uno de los principales postulados de Adam Smith no es el individualismo? Entonces analicemos, el hombre como individuo ya de por si se abstrae completamente de tener en cuenta a otras razas o incluso al mismo lugar donde reside, el mundo es el recurso de la raza “individualista” por defecto, en un: “consume todo lo que puedas y aléjate lo antes posible cuando esto se acabe”.
El hombre creyéndose superior siempre atacó a su recurso más preciado que es la naturaleza, citando la frase de una película famosa, en este caso matrix: “Quisiera compartir una revelación que he tenido, mientras he estado aquí. Me sobrevino cuando intenté clasificar a su especie. Verá, me di cuenta de que, en realidad no son mamíferos. Todos los mamíferos de este planeta desarrollan instintivamente un lógico equilibrio con el hábitat natural que les rodea. Pero los humanos no lo hacen. Se trasladan a una zona y se multiplican y siguen multiplicándose hasta que todos los recursos naturales se agotan de modo que el único modo de sobrevivir es extendiéndose hacia otra zona. Existe otro organismo en este planeta que sigue el mismo patrón
¿Sabe cuál es? -Un virus. Los humanos son una enfermedad, son el cáncer de este planeta.
Son una plaga”.
El capitalismo como máxima expresión del hombre devastador está presente en la historia, nos vemos acaecidos constantemente por el poder individualista o de ciertos grupos que manejan los recursos a gusto y piaccere, claros ejemplos del hombre destruyendo por una falsa necesidad, por negligencia, o incluso por placer son la tauromaquia, el desarrollo de bombas nucleares y territorios de prueba de los mismos (la bomba del zar en Nueva Zembla, o las miles de detonaciones en EEUU, Pakistán, China, India, Corea del Norte, etc.), la deforestación de bosques sin control alguno y sin la replantación de los mismos (Brasil, ciertas zonas de Asia, Perú, entre otros), el excesivo smog generado por los combustibles fósiles que no son manejados de manera adecuada, con leyes que al menos disminuyan el consumo de estos como las que fueron dictadas en EEUU (por conveniencia solo del momento) en el año 1973 durante la gran crisis petrolera, desastres químicos ocurridos por las mismas negligencias del hombre como Bhopal, Chernóbil, entre otros, la desaparición de razas de animales como el dodo causadas por la misma ambición del hombre, entre otros infinitos casos.
Es directa entonces la relación capitalismo-destrucción ambiental ya que si seguimos la línea del “yo por encima de todo” no queda otra solución que la de la aniquilación total del planeta conjunto con el hombre.
Es hora de vernos como una raza más que habita el planeta, no como algo superior, dejar todo tipo de especulaciones con respecto a la superioridad o a la capacidad del más apto y enfocarnos en un cambio radical del sistema que nos concierne. Ser más solidarios con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea, por citar una última frase de uno de los más grandes pacifistas de la historia: “Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales” e incluso me tomo el atrevimiento de hacer una reflexión sobre esta, una civilización no se puede juzgar solo por cómo trata solo a sus animales, si no, a todo el medio que lo rodea.