martes, 10 de marzo de 2009

¿Por qué el hombre cae en la Religión?

La iglesia católica peca de irresponsable y cínica. Lo ha hecho a través de toda su historia. Lo hizo al no objetar que durante cientos de años los crucifijos mostraran a un Jesús clavado de las palmas de las manos cuando eso es físicamente imposible. Tampoco se supone que el mundo no recuerda la inquisición y las cruzadas. Asume que pedir perdón por su falta de energía en el discurso y la acción cuando el holocausto judío es suficiente para lavar su culpa.
La Inquisición, declarada Santa por la Santa Iglesia Romana como lo fueron las Cruzadas, aunque en los hechos ya existía a principios del año 1000, se instauró oficialmente bajo el Papa Gregorio IX en 1215 y fue confiada a la orden de los Dominicanos fundada por Domenico de Guzmán, santificado por la Iglesia, que persiguió a los herejes y a las brujas con un cinismo tal que entró en la historia como uno de los más sanguinarios verdugos de todas las épocas.

Según la ley de la Inquisición, la Iglesia obligaba al hereje a una segunda abjuración que confirmaba la primera para garantizar que no sea relaps, es decir que no haya vuelto a caer en el error. La diferencia entre relaps y arrepentido consistía en el hecho de que al primero se le quemaba vivo y al segundo solamente después de haber sido juzgado y ejecutado.

a Iglesia, que siempre ha negado las ejecuciones de la Inquisición, no pudiendo ya ocultarlas después de que algunos laicos consiguieron consultar los ficheros secretos del Vaticano, intentó descargar toda responsabilidad sobre los tribunales civiles. Justificándose bajo la aserción de que la moral cristiana siempre ha estado contra la condena a muerte, la Iglesia del Cristo confirmó cuánto le eran naturales el descaro, la impostura y el negacionismo.

De todas formas el número de víctimas cuyos nombres se conocen no es más que una pequeña parte de todos los que fueron realmente destrozados. El número de los condenados a la prisión con confiscación de bienes es tan grande que alcanza, según los historiadores, cifras de siete ceros.
Pero sin recurrir a las documentaciones, basta con calcular la riqueza acumulada por el Vaticano durante los siglos pasados para tener una buena idea de la cantidad de riquezas obtenidas por robos, falsificaciones, asesinatos, masacres y genocidios.
¡Las masacres generadas por la que fue llamada " Evangelización del pueblo de Sudamérica" tras los descubrimientos de Cristóbal Colón, entre los que fueron ejecutados y los que fueron reducidos a la esclavitud, se evalúan a más de 50.000.000 de víctimas!

Las religiones se nutren del concepto del "Mal" el "otro" y el "Infiel" casi tan fuertemente como del mismísimo concepto de Dios. En algunas épocas, como la alta edad media, por ejemplo, el cristianismo se fundamentaba en el miedo, el "Dios paternal-amatorio" que hoy se intenta vender, no pintaba nada en aquella época, donde era más rentable el exportar el "Dios poderoso, castigador" y el miedo al "Maligno Satanás siempre al acecho". Esto provocó asesinatos en masa, torturas sistemáticas, inhumanidad, fanatismo, odio y violencia hacia los infieles, ateos, o inocentes propicios como chivos expiatorios en una religión de amor, fraternidad, comunión.

El creyente medio maneja conceptos como "racismo", "protección de la sagrada propiedad privada", "castigo divino", "justicia divina", "gobiernos dictatoriales", "asquerosos homosexuales", "el hombre está por encima de la mujer" y un sinfín más que no tienen nada que ver con la doctrina cristiana, y que, la verdad, no posee por culpa de la Iglesia o de sus creencias religiosas, sino que, simplemente, las posee aunque sus creencias religiosas le dicen todo lo contrario en algunos casos, y eso significa que la religión no vale para nada. Hay quien defiende que el hecho de que la gente tenga esta religión provoca más actos en contra de ella, porque el hombre asocia la bondad con un ideal inalcanzable, así se siente más libre para actuar contrariamente a él y luego "ir a confesarse”.

La mayoría de las “religiones”, incluyendo las distorsiones liberales del Cristianismo, son conceptos inventados por los hombres entonces los hombres desde ya hace muchos años lograron escapar, por medio de la religión, de sus miserias más grandes, ya que ellos no pueden liberarse fácilmente. Por medio del “dogma” el cual no puede ser cuestionado porque para cada doctrina es “la verdad absoluta” no aceptan la diferencia y tienden a juzgarla, como ya nuestra historia lo ha demostrado con la Inquisición.

Los hombres crean la religión para someter, quitan libertades, crean falsas expectativas y oprimen. La religión es una forma de alienación. La religión es efecto de la injusta estructura social. Pero a su vez se transforma en causa que refuerza la injusticia. La misma adormece el pueblo, canalizando sus fuerzas hacia una comunidad falsa de hermandad que se sostiene en una realidad inexistente, sobrenatural, que hace imposible transformar la verdadera realidad social y económica. Religión es la representación de la realidad en una forma fantástica, es decir la religión es un reflejo fantástico y deforme de la realidad, que desvía la atención del conocimiento real al ficticio, de la lucha por una vida mejor a falsas esperanzas de recompensa en un más allá.

Melissa Rasso (stranger.than.fiction_@hotmail.com)


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