miércoles, 23 de julio de 2008

ATESORADO EN LA MEMORIA

Las palabras de Berdej habían sido lapidarias. Su voz quebrada anunciaba el final de la resistencia y echaba un velo oscuro sobre lo que podría llegar a suceder de allí en adelante. En el ahora frágil hilo de sus palabras reposaba la preeminencia de un movimiento insurrecto con voz pero sin voto.
Unos minutos en una transmisión de emergencia por radio nacional daban a conocer por medio de los labios rotos de Berdej el receso en la lucha por tiempo indeterminado. Solo quedaba esperar que avanzaran sobre todo, si es que aún quedaba algo mas por pisotear, avasallar, cooptar.
Sibila escuchaba atónita el sonido tenue de una voz apaleada y ronca de la furia. Su asombro no era más fuerte que el escalofrío que le atravesaba el cuerpo sin pedir permiso. Padre de su única hija, había conocido a Berdej hacía ya doce años, cuando ella todavía era capaz de recitar poemas de memoria y la cabellera le llegaba por debajo de los codos.
De todas formas, aún así la realidad la obligaba a mantener su frente en alto: todavía estaba Young, su única hija. Parida en medio de una expedición en la que Sibila oficiaba de guía, se encontraban atravesando la espesura del bosque norte del Cerro de las Luces, a 30 kilómetros de Lieber, cuando sin ningún preludio aparente, mas que su desarrollada panza de treinta y dos semanas, las contracciones se hicieron lo suficientemente fuertes y continuas como para que la llegada de una nueva vida sea tomada con la seriedad que merece.
Se hizo lugar entre los matorrales, se apisono el suelo y la parturienta expulsó a la criatura en cuestión de minutos. Sin bienvenida, sin ceremonia. Young pasó a los brazos de su madre en cuestión de minutos, y no pasaron más de dos horas cuando el paso fue retomado. Así, juntas desde el principio, sobrevivientes, recorrieron cientos de kilómetros a lo largo de estos once años por el valor de una causa que ambas sentían que las pertenecía y a su vez las excedía.
Ahora Young dejaba caer lágrimas por sobre sus mejillas mientras escuchaba a su padre recitar un anuncio aprendido por la fuerza de la tortura, el hacinamiento, y la fractura interior. Durante estos últimos veinte días de aprisionamiento la única noticia existente acerca de Ivan Berdej, lider del Movimiento Insurrecto por la Memoria de Gardenet, era que había sido capturado con vida, pero herido en un hombro, y con alguna costilla rota mientras se trasladaba clandestinamente a un comité de negociación por la trascripción de la historia.
Era impensado que los grupos paramilitares no se dieran noticia de la negociación, pero tal vez, luego de tantos años de lucha, Ivan había dado el brazo a torcer para asegurar un diálogo con los grupos internacionales de interacción y modernización del sujeto que ya habían puesto en práctica, tanto en Gardenet, como en los otros 53 pueblos ocupados desde la invasión, la implementación de la política de persuasión psicológica postmoderna.
Su base de redefinición internacional radicaba en la pérdida de los valores culturales de los pueblos originarios. Una vez que estos desaparecieran, bajo técnicas tan simples como efectivas, partían por la reconstrucción de la historia y el patrimonio intelectual de las etnias. Un revisionismo que detonaba el sustento subjetivo del individuo particular, para convertirlo en un universal llano, raso, y vacío de contenido.
Ante el desamparo, las ofrendas son bienvenidas como salvaciones. Un proceso lento, pero sistemático. Allí aparecieron los grandes grupos económicos, las corporaciones, el desempleo, la corrupción de las instituciones más antiguas y conservadas. La población había conocido la miseria, pero de la nueva, esa que no se asocia a una mala cosecha, sino a la pérdida absoluta de la identidad, esa que te deja solo el nombre, y para que sirve….
Sin embargo, existía todavía un único tesoro: la memoria. Aún con la reescritura de la historia, y la persuasión sistémica persecutiva, la memoria era el ladrillo que podría ser capaz de reconstruir nuevamente los cimientos de aquello que no debe ser olvidado: quienes somos, por qué lo somos, y como es que llegamos a serlo. En eso se basaba el Movimiento. Recitaban de memoria la Constitución, los estatutos judiciales, cada libro escrito desde la aparición de la imprenta se aprendía palabra por palabra antes de que las fuerzas del intercidio lo capturara y borrara del mapa como si nunca hubiese existido.
Ahora la lucha tambaleaba ante la captura del líder del movimiento. De todas maneras tanto Young como Sibila comprendían que en ellas estaba depositada la esperanza, el ejercicio de reconstrucción continuaría, ya que no reposa en un solo hombre, sino en todos aquellos que se comprometan con la causa. Y así, recitaron a dúo otra vez los primeros versos de un poema que les recordaba el color de su bandera….

Matías Alvarez

1 comentario:

Oso Polar dijo...

Excelente relato!

Como muchos, conocí este zine el sábado pasado en el recital de Shaila. Los felicito a todos por esta iniciativa tan pero tan interesante, por su entusiasmo y por la voluntad de expresar sus ideas. Creo que es algo digno de ser festejado el contar con un espacio de pensamiento crítico, donde el cuestionamiento al orden establecido sea la regla y no la excepción, y donde cada uno sea libre de manifestarse en pro de la construcción de una instancia superadora.

Les dejo mi blog, para quien esté interesado en conocerlo:

http://elplacerestuyo.blogspot.com

Saludos a todos y hasta siempre!

Martin